10 años son pocos y no tanto. Palabras del Director General P. Raúl Frega

Estamos de celebración. Para los creyentes celebrar es mucho más que el recuerdo de un hecho histórico; es traer a la memoria y el corazón vivencias, personas, luchas y alegrías.

Es un momento que renueva lo que recordamos y lo actualiza con un impulso distinto.

Hoy queremos hacer pasar por la memoria y el corazón estos 10 años no como un mero anecdotario sino para renovar lo que somos y lo que hacemos.

10 años son pocos en el recorrido de una Institución. Pero como sucede en el proceso de crecimiento de una persona son años fundamentales. Estos primeros 10 años marcan los cimientos y la identidad de lo que somos.

Gracias a los que con su esfuerzo y entrega idearon, fundaron y trabajaron por el ISMI. Valoramos su empeño, dedicación y las incomprensiones vividas dentro y fuera de la Iglesia. Gracias porque no se desanimaron y siguieron adelante. Mons. Martín, Padre Piter y Estrella Farías representan los orígenes que hoy queremos honrar y reconocer.

10 años no son pocos cuando pensamos en el bien generado y difundido. No se puede medir la siembra que toda tarea educativa implica, pero se pueden reconocer tantas vivencias que a todo educador apasionado nos produce un aula.

Aquí nos toca recordar con gratitud y afecto los rostros de alumnos y profesores que pasaron enseñando y aprendiendo en nuestra casa. Que alegría saber que muchos comenzaron a educar en nuevas aulas.

Verdaderamente creemos como comunidad educativa que el aula es el lugar donde se puede cambiar el mundo. No es un utopía, no es un slogan es la firme convicción de que en un aula es posible la promoción de las personas y la seguridad que cuando enseñamos y aprendemos construimos la posibilidad de un mundo mejor. 10 años no son pocos porque fueron años donde las aulas se convirtieron en protagonistas de un cambio en la vida de muchas personas.

En el 2008 un sueño comenzó a hacerse realidad, quisiera que en el 2018 sigamos soñando. Hoy nos toca soñar como continuamos caminando y creciendo.

Dejemos resonar dos palabras que mencionaba como rumbos institucionales al asumir la tarea de Director General: diálogo y servicio.

Soñemos crecer en la capacidad de ser actores del diálogo entre la ciencia y la fe, entre las diversas tradiciones religiosas entre sí. Acrecentemos nuestras propuestas de servicio a la sociedad y a la Iglesia, sólo así nuestra tarea educativa es trasformadora y significativa.

Al inicio de este año les comentaba de un documento del Papa Francisco renovando la misión de las universidades y facultades eclesiásticas. Allí encontramos las motivaciones y el rumbo que debemos asumir.

Sueño que nuestro Instituto pueda encarar el deseo de Francisco: “centros de investigación en los que estudiosos procedentes de diversas convicciones religiosas y de diferentes competencias científicas puedan interactuar con responsable libertad y transparencia recíproca, a fin de «entrar en un diálogo entre ellas orientado al cuidado de la naturaleza, a la defensa de los pobres, a la construcción de redes de respeto y de fraternidad».” VG 5. “Centros especializados de investigación que promuevan el estudio de los problemas de alcance histórico que repercuten en la humanidad de hoy, y propongan pistas de resolución apropiadas y objetivas.” VG 4

Como bien nos recuerda el Papa: “Para cumplir la misión salvífica de la Iglesia «no basta la preocupación del evangelizador por llegar a cada persona, el Evangelio también se anuncia a las culturas en su conjunto». Tenemos “la tarea urgente de elaborar herramientas intelectuales que puedan proponerse como paradigmas de acción y de pensamiento, y que sean útiles para el anuncio en un mundo marcado por el pluralismo ético religioso.” VG 5

Pidamos “la capacidad de concebir, diseñar y realizar sistemas de presentación de la religión cristiana que sean capaces de profundizar en los diversos sistemas culturales.” VG 5

Querida comunidad del ISMI gracias por lo que hacen, sigamos trabajando en equipo, sigamos apostando por la tarea educativa desde nuestros dones y carismas, desde el fuego apasionado por enseñar.

Felices 10 años ISMI. Parecen pocos, pero no son tan pocos: fueron años donde las aulas fueron protagonistas, ese es nuestro sentido y nuestra mayor alegría.